Cómo afrontar el síndrome del impostor en el trabajo

¿Alguna vez has sentido que no mereces tu puesto de trabajo? ¿Como si en cualquier momento alguien se diera cuenta de que no estás «a la altura»? Ese sentimiento tiene nombre: síndrome del impostor. No estás solo/a. De hecho, se estima que más del 70% de las personas lo han experimentado en algún momento de su vida laboral. 

En un entorno laboral que a menudo exige resultados inmediatos, alta productividad y constante comparación con otros, es fácil que surja esa vocecita interna que pone en duda nuestras capacidades. En este artículo, desde Smart Top Services queremos ayudarte a reconocer, entender y gestionar el síndrome del impostor, para que puedas desarrollar todo tu potencial sin miedo.

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor no es una enfermedad, sino un patrón psicológico que nos lleva a dudar de nuestros logros y a temer ser “descubiertos” como un fraude, incluso cuando el desempeño ha sido bueno. No importa cuántas metas hayas alcanzado o cuántos elogios hayas recibido: si lo sufres, sentirás que “has tenido suerte” o que “cualquiera podría haberlo hecho”.

Este fenómeno puede afectar a cualquier persona, pero es especialmente común entre:

  • Personas con alta autoexigencia.
  • Profesionales en entornos muy competitivos.
  • Mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados.
  • Personas con discapacidad que han tenido que superar prejuicios sociales o barreras laborales.
  • Jóvenes en sus primeros empleos.

Señales de que podrías estar viviéndolo

  • Te cuesta aceptar halagos o reconocimientos.
  • Atribuyes tus logros a factores externos (“me ayudaron”, “tuve suerte”).
  • Te exiges más de la cuenta, incluso en tareas menores.
  • Sientes ansiedad ante nuevas responsabilidades por miedo a “no dar la talla”.
  • Tienes miedo de pedir ayuda o hacer preguntas por temor a parecer poco profesional.

Claves para gestionarlo

1. Ponle nombre

Reconocer que estás sintiendo el síndrome del impostor es el primer paso para enfrentarlo. Nombrar lo que nos pasa nos da poder sobre ello.

2. Haz una lista de tus logros

Pueden ser grandes o pequeños: desde una tarea bien hecha hasta una felicitación de un compañero o un cliente satisfecho. Tener una “caja de logros” física o digital ayuda a combatir esos momentos de duda.

3. Habla con alguien de confianza

Compartir lo que sientes con una persona que te escuche sin juicio puede ayudarte a poner en perspectiva tus miedos. A menudo, descubrirás que no eres la única persona que lo ha sentido.

4. Cuida tu diálogo interno

Sustituye pensamientos como “no soy suficientemente bueno/a” por “estoy aprendiendo” o “esta tarea es un reto, pero he superado otros antes”. El lenguaje que usamos con nosotros mismos importa.

5. Acepta que no necesitas saberlo todo

Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de inteligencia y responsabilidad. Nadie lo sabe todo ni lo hace todo perfecto. Equivocarse también forma parte del camino profesional.

En Smart Top Services lo tenemos claro

Cada persona tiene talentos únicos que aportar. Y creemos en entornos laborales donde todas las voces cuentan, sin importar su origen, trayectoria o capacidades. Por eso trabajamos para que cada persona —con o sin discapacidad— encuentre un espacio en el que pueda crecer profesional y personalmente, sin tener que disfrazarse ni sentirse impostora de nada.

El síndrome del impostor es más común de lo que parece, pero no tiene por qué condicionar tu carrera. Reconócelo, háblalo y sigue adelante. Porque tu valor no se mide solo por lo que haces, sino por todo lo que eres.

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